Convertir datos en ingresos parece un arte solo apto para grandes empresas que dispongan de potentes herramientas de Big Data. Sin embargo, existen ejemplos sencillos y claros de cómo los datos y la apertura de los mismos se traducen en beneficios económicos tanto por ventas como por mejoras en la distribución y en la producción.
Un ejemplo sencillo: el sector de productos infantiles está directamente relacionado con el número de recién nacidos, por lo tanto, las estadísticas de nacimientos son una fuente de información imprescindible para este tipo de empresas.
Pero además el marketing personalizado está dando muy buenos resultados, campañas como personalizar las latas de Coca-Cola, las etiquetas de Nutella o el packaging de Kinder son ejemplos de esta apuesta por la personalización.
Volviendo a nuestro ejemplo, si usamos la herramienta de datos abiertos del Instituto Nacional de Estadística denominada ´Nombres más frecuentes´ y cruzamos estos datos con el número de nacimientos por comunidades autónomas tendremos una aproximación muy real al número exacto de niños y niñas y sus nombres.
Esta información permite ajustar la fabricación al número potencial de clientes, atendiendo a los nombres más usados más usadas en las distintas comunidades permitiendo además campañas de comunicación diferenciadas la identificación de los principales mercados.
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