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Estar mal informado es sinónimo de estar desinformado

Al igual que las formas de comunicación han cambiado, lo han hecho también las maneras en las que nos informamos, según el nuevo informe del Pew Research Center titulado “News Use Across Social Media Platforms 2017“, más de dos tercios de los estadounidenses (67%) se informan a través de plataformas sociales, el 20% de ellos con frecuencia, y casi la mitad lo hace sólo en Facebook.

Facebook, Youtube, Twitter son las plataformas preferidas para acceder a la información, y Snapchat muestra un aumento significativo en el último año, según el citado informe.

Sin embargo, la información que a veces no encontramos en las redes sociales, no es ni fiable, ni veraz, ni auténtica. Argumentos como “He leído en internet”; homólogo del “me han dicho en la calle”; son de poco valor, ya que la autoría de la noticia queda diluida y dónde la veracidad de la misma es cuestionable.

Cientos de miles de españoles leyeron que el PP no quería obreros en la universidad o que Podemos pretendía prohibir las procesiones para no ofender a los musulmanes, mentiras que fueron ampliamente difundidas en las redes sociales y en Whatsapp, hasta el punto de que la noticia de que Albert Rivera recuperaría la mili para los 'ninis' fue la que más impacto tuvo en 2016 sobre él en Facebook generando 269.000 interacciones.

Es necesario contrastar y no dar por válida toda la información que se publica en las redes o se recibe mediante mensajería instantánea. Por lo tanto, hay que desconfiar de las noticias que no tienen un autor concreto o de aquellas noticias muy impactantes que, sin embargo, no aparecen en los medios de comunicación más populares.



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